El consejero Fernando Bossi ha salido a defender el reciente aumento del 16% en los precios del gas cooperativo, argumentando que es el primero desde enero y que se encuentra por debajo de la inflación. Sin embargo, sus declaraciones no han logrado calmar la indignación de muchos consumidores que consideran insuficiente esta justificación.

Bossi explicó que el ajuste en los precios se debió a incrementos de costos, afectando tanto a cooperativas como a empresas privadas similares. Señaló que los gastos salariales han aumentado un 110% en los últimos meses, lo que ha impactado directamente en los costos operativos. A pesar de esto, los consumidores se preguntan si la cooperativa está tomando todas las medidas necesarias para mitigar estos aumentos y proteger a los usuarios.

Una de las medidas en estudio, según el directivo, es la eliminación del servicio de delivery debido al escaso volumen de reparto, cuyo costo por unidad es de 2.000 pesos. Esta posible eliminación ha generado preocupación entre los usuarios, especialmente aquellos que dependen del servicio a domicilio por diversas razones, incluyendo dificultades para trasladarse hasta la planta de gas.

Bossi también mencionó que podrían ampliar el horario de venta en la planta de gas para incluir horas vespertinas, además del horario actual. Aunque esta medida podría facilitar el acceso para algunos usuarios, no soluciona el problema de fondo que representan los altos costos del gas.

En otro orden, Bossi adelantó que, aunque actualmente los tubos de gas propano son más caros que las garrafas de gas butano, esta situación podría cambiar con la liberación de precios en los próximos meses. Esta perspectiva genera incertidumbre entre los consumidores, quienes ya enfrentan dificultades económicas significativas.

Finalmente, el consejero indicó que se están manteniendo reuniones para evaluar la situación de la planta de gas, como se discutió en la última asamblea. No obstante, para muchos usuarios, estas discusiones llegan tarde y no abordan de manera efectiva las necesidades y preocupaciones inmediatas de los consumidores.

Las explicaciones de Bossi, aunque detalladas, no han logrado convencer a una comunidad que siente el impacto directo de los aumentos en su economía diaria. La demanda por soluciones más efectivas y una mayor transparencia en la gestión de costos es más fuerte que nunca.