El Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, subrayó hoy la inauguración de la primera fase de reversión del Gasoducto Norte, un avance que permitirá a Argentina dejar de importar gas de Bolivia y optar por el que proviene de Vaca Muerta a un costo más reducido.

Francos afirmó que con esta iniciativa “no estaremos haciendo beneficencia con nadie, utilizaremos nuestro propio gas, que costará un tercio de lo que pagábamos por el importado” desde Bolivia.

El evento, realizado en La Carlota, Córdoba, contó con la presencia del ministro de Economía, Luis Caputo, el gobernador provincial, Martín Llaryora, y otros funcionarios y empresarios.

Por su parte, el secretario de Energía, Daniel González, manifestó su orgullo por el impacto positivo que Vaca Muerta ha comenzado a tener en todo el país, más allá de la región donde se extrae.

González explicó que “el potencial de Vaca Muerta no solo beneficiará a Córdoba, sino también a las provincias del norte, donde se necesitaba sustituir la energía que se había agotado en la cuenca del noroeste”.

El secretario aseguró que gracias al nuevo gasoducto y a la producción de Vaca Muerta, Argentina podrá contar con gas y energía eléctrica durante muchos años.

En cuanto a la complejidad de esta obra, González indicó que probablemente sea la última financiada por el Estado, ya que el sector privado está mostrando interés en invertir en proyectos similares.

Destacó que el gas no solo es crucial para el consumo doméstico e industrial, sino también para la generación de energía eléctrica, que es esencial para el noroeste argentino.

González concluyó expresando su deseo de que estas obras permitan reconstruir la infraestructura que el país necesitaba, agradeciendo a los contratistas por completar el proyecto antes de lo previsto.

Desde el ámbito empresarial, Damián Mindlin, presidente de SACDE, calificó el día como histórico para el país, recordando que Argentina había desembolsado 20,000 millones de dólares por el gas boliviano, lo que implicaba un costo significativo para la economía local.

Mindlin criticó esa política, señalando que, teniendo gas argentino en Vaca Muerta para los próximos 150 años a un precio mucho más accesible que el boliviano, resulta ilógico continuar con la importación.

La primera fase de reversión del Gasoducto Norte eliminará la dependencia del gas boliviano, permitiendo el suministro de gas nacional desde el sur hacia el norte.

Este proyecto implica un cambio en la dirección del flujo de gas, transformando el sistema de importaciones en un abastecimiento interno.

La construcción del Gasoducto de Integración Federal La Carlota-Tío Pujio, junto con las ampliaciones en el Gasoducto Norte, aumentará la capacidad de transporte de gas desde la cuenca sur hacia las provincias del norte y centro, elevando la capacidad total a 15 millones de metros cúbicos en el sistema privado.