En Red Bull se vive una creciente tensión respecto a la elección del segundo conductor que acompañará a Max Verstappen en 2025, y Franco Colapinto se ha convertido en el centro de este conflicto entre Christian Horner y Helmut Marko, principales directivos de la escudería. Ambos tienen visiones opuestas sobre cómo debe quedar conformado el equipo para la próxima temporada de la Fórmula 1.
Horner y Marko, quienes han liderado las decisiones sobre pilotos en Red Bull y su filial VCARB, ya habían tenido roces en el pasado por esta cuestión, pero siempre lograban encontrar puntos de acuerdo. Esta vez; sin embargo, el talento del pilarense que corre para Williams parece haber profundizado la división en la cúpula directiva, generando un debate que podría redefinir la estructura en 2025.
La postura de Marko es clara: considera que Liam Lawson, quien ya ha demostrado su potencial, es el mejor candidato para ascender al equipo principal junto a Verstappen, dejando que Colapinto pase un año de adaptación en VCARB junto a Yuki Tsunoda. Marko cree que esta estrategia beneficiaría al argentino, permitiéndole ganar experiencia antes de dar el salto definitivo.
Sin embargo, Horner ve en Colapinto una gran promesa y estaría dispuesto a otorgarle un asiento en el equipo principal desde el próximo año, decisión que relegaría a Lawson y a Tsunoda otro año en VCARB, algo que seguramente generaría insatisfacción en ambos pilotos.
Esta diferencia de criterios marca un cambio importante en el equilibrio de poder dentro de la estructura de Milton Keynes, ya que Horner hoy tiene más influencia en la toma de decisiones sobre los pilotos, mientras que Marko ha visto reducida su intervención en estos temas.
Este desacuerdo ya se había manifestado hace unos meses cuando, a pesar de las intenciones de Marko de reemplazar a Daniel Ricciardo antes de tiempo, Horner mantuvo su respaldo al piloto australiano hasta el Gran Premio de Singapur. La disputa actual por el lugar de Checo Pérez refleja cómo el aumento de poder de Horner está afectando el rumbo del equipo.
El anuncio del regreso de Lawson a las pistas hace algunos meses indicaba que la escudería lo veía como una opción sólida para el equipo principal; no obstante, el repentino interés de Horner por Colapinto -está dispuesto a pagar 20 millones de dólares para tenerlo- ha sembrado dudas sobre el futuro inmediato de Lawson.
La decisión final sobre la alineación de 2025 podría influir en el desarrollo de las carreras de Lawson, Colapinto y Tsunoda, además de impactar en la relación entre los líderes de Red Bull, en un momento en que la escudería busca seguir consolidándose como una fuerza dominante en la Fórmula 1.
