Con muchos trabajos, precarizados y en relación de dependencia encubierta bajo monotributo. Los profesionales de Córdoba atraviesan un panorama complicado, según la Federación de Profesionales de Córdoba (Fepuc).
La Encuesta de Condiciones Laborales 2024, elaborada por Fepuc confirmó tendencias preocupantes: el aumento del pluriempleo, la monotributización y la necesidad de combinar trabajo independiente con empleo en relación de dependencia para mejorar ingresos y condiciones laborales.
La muestra, realizada entre 4.636 profesionales de toda la provincia, demuestra que los jóvenes enfrentan las formas de contratación más precarias y que las mujeres son las más castigadas con una brecha de ingresos cada vez más amplia.
“La situación es crítica y requiere una revisión estructural de las políticas laborales. La intervención de los responsables de diseñar políticas públicas será clave para garantizar estabilidad, seguridad social y equidad en el sector”, sostuvo Eugenia Peisino, presidenta de Fepuc.
Monotributización
Según la encuesta, el 48% de los profesionales cordobeses son monotributistas y 8 de cada 10 de ellos están en las categorías más bajas (A a E).
Además, el 13% trabaja bajo relaciones de dependencia encubierta, con horarios fijos y obediencia a superiores, sin derechos laborales como jubilación, vacaciones o aguinaldo.
Estos ganan un 27% menos que quienes ejercen en relación de dependencia formal y deben pagar su propio monotributo. Tanto en sector público como privado: 1 de cada 10 está en relación de dependencia encubierta.
“La desregulación de honorarios profundiza la precarización, perpetuando bajos ingresos y vulnerabilidad. Impacta directamente en los profesionales independientes porque deja sus ingresos sujetos a la discrecionalidad del mercado, sin una base mínima garantizada que reconozca su formación, experiencia y responsabilidad”, expresaron desde Fepuc.
Pluriempleo
Un 20% de los profesionales enfrenta condiciones laborales precarias, combinando monotributo con trabajos informales o temporales, con becas o programas de gobierno.
Proyectado sobre profesionales nucleados en entidades vinculadas a Fepuc, esta situación afecta a 24.000. Si extendemos esta cifra al total de profesionales en la provincia, el impacto podría alcanzar a 100.000.
El 43% de los encuestados sostiene más de un empleo, reflejando el crecimiento del pluriempleo. Un 36% trabaja más de 10 horas diarias, lo que expone la sobrecarga laboral del sector.
La sobreocupación horaria de profesionales creció del 27% en 2019 al 39% en 2023, manteniéndose en 36% para 2024. En paralelo, el trabajo en relación de dependencia fue disminuyendo, nunca recuperó el comportamiento previo a la pandemia.
Brecha de ingresos por género
Las mujeres ganan un 36% menos que los varones, debido a la mayor concentración en trabajos precarizados y sectores de menores salarios.
Factores como el subempleo horario, el “techo de cristal”, la informalidad o precariedad en las contrataciones, y la tendencia a vincularse con trabajos de asistencia, cuidados, educación -que suelen tener ingresos muy bajos- explican en gran parte la brecha entre hombres y mujeres.
Diferencia de ingresos según modalidad de contratación
Los monotributistas en situación encubierta ganan 27% menos que empleados en relación de dependencia. Los que están con un trabajo informal, 42% menos que empleados en relación de dependencia.La evolución de los últimos ocho años relevados en Córdoba demuestra que el trabajo en relación de dependencia decreció de manera constante desde 2020.
Ingreso promedio: pérdida de poder adquisitivo
El ingreso promedio en mayo de 2024 fue de $1.039.468, con una mediana de $830.000 (la mitad de los encuestados tiene ingresos menores a esa cifra). A pesar de los aumentos salariales, la inflación superó la variación de ingresos, con una pérdida del 18% frente a la canasta básica total.
Jóvenes y mujeres: los más afectados.
Los jóvenes acceden al mercado laboral a través de modalidades precarias, como becas o monotributo, lo que limita sus oportunidades de mejorar ingresos y condiciones laborales. Las mujeres, por su parte, enfrentan mayores barreras, con una alta proporción de ellas en sectores de bajos salarios y menor estabilidad laboral.