Este domingo, Colón derrotó por 1-0 a Gimnasia de Mendoza en el estadio Brigadier Estanislao López. Genaro Rossi (87'ST) convirtió el agónico tanto que gritó todo el pueblo sabalero.
El encuentro comenzó con el local enchufado, incluso con el acompañamiento de su gente, que en buen número fue a apoyar al equipo pese al flojo momento que vive desde lo futbolístico. Esas buenas intenciones del Sabalero se fueron diluyendo, pero la actitud ya conformaba un poco al público presente.
Esa presión llevó peligro al arco visitante, Neris apretó al defensor, que en una desconcentración junto al arquero, pudieron regalarle el primero de la noche al Rojinegro, pero la fortuna jugó para los de Mendoza y el balón perdió fuerza.
Con el correr de los minutos y varias desinteligencias y fallos del equipo de Rodolfo De Paoli, la gente desde las tribunas perdió la poca paciencia con la que fueron al Brigadier López, algo que sintió el equipo. El primer tiempo no dio para mucho más.
En el segundo tiempo Colón salió decidido a luchar, los cambios del entrenador terminaron de confirmarlo, el DT sabía que si su equipo no mostraba otro carácter, la historia no iba a cambiar demasiado.
Y sobre el final llegó el premio, pese a que Colón no jugó bien esta vez hubo actitud y se notó. En una de las últimas, ya el Sabalero con dos delanteros jugando mano a mano con los centrales, Rossi capturó un rebote de Toledo y con mucha fortuna terminó desatando el delirio en el Brigadier López.