Córdoba celebra este sábado el 451º aniversario de su fundación.
Su piedra basal se dio por la desobediencia por Jerónimo Luis de Cabrera. Y el conquistador español terminaría pagando con su vida este acto de rebeldía.
"A don Jerónimo lo había mandado el virrey del Perú, Francisco de Toledo, a fundar una ciudad en el Valle de Salta", explicó el historiador Esteban "Tito" Dómina.
Pero desobedeció la orden y decidió, junto a un grupo de más de 100 expedicionarios, adentrarse más al sur del continente.
El 24 de junio de 1573, Jerónimo Luis de Cabrera llega a las orillas del río Suquía y decide nombrarlo río San Juan ya que la fecha coincidía con la natividad de San Juan Bautista.
Días más tarde, el 6 de julio de 1573, funda la ciudad de Córdoba de la Nueva Andalucía. Según escritos del fundador, decidió nombrarla así en honor a la ciudad natal de su esposa Luisa Martel de los Ríos y Mendoza.
Cabrera señaló que veía muchas similitudes entre el paisaje de Andalucía, España, y la ciudad recientemente fundada. Además, afirmó que los habitantes nativos de la zona, los comechingones, eran altos y barbudos como los cordobeses andaluces.
"Según los historiadores más respetables, como Carlos Luque Colombres, el lugar original de la fundación fue en barrio Yapeyú donde empieza avenida Patria. Allí hay un memorial que recuerda la fundación", explicó Dómina.
La fundación de Córdoba le costó la vida a Jerónimo Luis de Cabrera. "Al poco tiempo queda envuelto en un confilicto burocrático", explicó el historiador.
Tras una serie de expediciones infructuosas, Cabrera regresó a Córdoba y se enteró que Gonzalo de Abreu y Figueroa fue nombrado como nuevo gobernador del Tucumán.
El nuevo gobernador inició un juicio contra el conquistador por haber desobedecido las órdenes del virrey y fue ejecutado en Santiago del Estero el 17 de agosto de 1574.