LoAl finalizar un partido perdido, el primer impulso es evaluar las razones de la derrota, identificar errores y comprender las carencias. La política no es diferente.

Es hora de un análisis profundo en el peronismo. Corregir errores, elaborar estrategias y encontrar la manera de interpelar a la ciudadanía para cambiar el rumbo de la historia es fundamental.

Salir del lugar de víctima y demostrar por qué somos mejores. En 2019, el peronismo perdió el poder bajo la gestión de Chiocarello, a pesar de contar con recursos y el apoyo del vicegobernador Manuel Calvo. Recordemos 2015, cuando el peronismo tenía poder tanto en la municipalidad como en la cooperativa. Después de ese año, hubo una fractura interna: el sector de Chiocarello denunció a Coiset, excluyéndolo de la participación, y en 2016 arremetió contra el pelosismo para intentar sacarlo del juego.

En 2019, el peronismo proclamó haber logrado la unidad total, aunque en realidad había sectores no integrados que participaron políticamente por su cuenta. Uno se unió al radicalismo, presentando a Mauro Daniele como candidato, y el otro sector presentó a Gabriel Peloso. Así, Daniele, impulsado por la mayoría del radicalismo y apoyado por uno de los sectores excluidos del peronismo local, se convirtió en el nuevo intendente, consolidando el poder y el discurso radical en Las Varillas.

En 2023, el peronismo, con poco trabajo opositor en los cuatro años previos, no llegó con candidatos fuertes a la elección. Manuel Calvo, aunque gestionando con el oficialismo, había desaparecido de la escena peronista. En una reunión, el presidente del PJ, Omar Basso, presentó a Cecilia Baldrich como candidata, acercando al sector de Coiset y declarando haber unido al 90% del peronismo. El otro 10% presentó a Nicolás Pedernera. Curiosamente, Baldrich obtuvo 2300 votos, reflejando el 90% del peronismo, mientras que Peloso en 2019 obtuvo 250 votos, representando ese 10%.

Nuevamente, el radicalismo, con Juan Pablo Rujinsky a la cabeza, reafirmó su victoria y continuidad en el poder, con referentes como Dealbera, Tartaglini, Larghi y Venturi. En 2027, el escenario político estará abierto. Algunos ven la oportunidad para que el peronismo recupere su lugar, considerando que el radicalismo podría mostrar una gestión mediocre.

El peronismo debe preguntarse por qué pierde partidos y convocar a sus mejores jugadores. Debe poner toda la carne en el asador y demostrar por qué es la felicidad del pueblo. La próxima vez, esperemos que sea con el 100%.