Aterrizó en la capital para tomar las riendas del equipo hace seis años. Niko Mihic sustituyó al doctor Olmo. Su llegada causó cierto revuelo en la plantilla del club blanco, debido a su apuesta por los métodos tradicionales. Estos se basan en infiltraciones y servicios conservadores, apretando al máximo al jugador. Antes de llegar al Madrid, Mihic dirigía la Universidad de Prevención Precoz Personalizada en el grupo HM Hospitales en Madrid y en Montreal.
El trabajo mano a mano con Pintus, a quien también se le recrimina que se quedó anclado en el método del pasado, permitió que se fuese ganando la confianza del equipo. Sin embargo, ya hacía varios meses que venía generando discrepancias entre el cuerpo técnico del equipo.
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El domingo el Real Madrid anunció que prescindiría de los servicios de Mihic. ¿El detonante? El ‘caso Güler’. Sus continuas recaídas musculares, que no le han permitido debutar todavía con la camiseta blanca, han provocado que el jefe del servicio médico salga del equipo. El entorno del club ya estaba con la mosca detrás de la oreja por las recaídas pasadas de Benzema, Alaba o Ceballos. La manera en llevar su recuperación, que entró en discrepancia de criterio con varias personas del club, y sobre todo, la falta de resultado, hizo que la confianza desapareciese por completo.
Caso Güler
El turco llegó con un problema de menisco al equipo. El club trató de gestionarlo por su cuenta en Estados Unidos, donde se entrenaba al margen. Después, se decidió hacer pública su lesión para que pudiese regresar a Madrid. Tuvo dos semanas de parón en las que se debatió si había que seguir un tratamiento conservador o pasar por quirófano. Mihic apostaba por esperar y no operar, pero perdió la batalla ante la opinión de Leyes, que fue el que operó al jugador. El mismo que operó a Militao y Courtois.
Ante este despido, el Real Madrid está buscando a un nuevo responsable de los servicios médicos. Hay quien apuesta porque sea uno de los que ya están en el club y otros, por un médico que llegue de fuera.
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Pese a las lesiones, el Madrid continúa acechando el liderato liguero
El pasado fin de semana no estuvo Bellingham, pero sí Vinicius y Rodrygo. La dupla brasileña hicieron lo propio, a lo que tienen acostumbrados a la afición. Consiguieron superar a un rival que desaprovechó las ocasiones claras. El 5-1 ante el Valencia el pasado sábado, deja al conjunto blanco con un buen sabor de boca antes del parón de selecciones.
La balanza del encuentro empezó a decantarse a su favor apenas transcurridos tres minutos, con Carvajal inaugurando el marcador gracias a una volea de gran belleza: control tras cambio de juego de Kroos, sombrero a Gayà y disparo con la zurda, y ajustado al palo izquierdo, desde fuera del área.
El Valencia aceptó el desafío con creces. Lejos de achantarse, se volcó arriba y bien pudo haber sacado réditos de su valentía. Sin embargo, este era el día de las reivindicaciones en las filas blancas: Lunin, titular de nuevo ante otra lesión, la de Kepa, sacó de quicio a Hugo Duro con dos paradas magistrales, casi seguidas. Vinicius y Rodrygo se retroalimentaron el uno al otro. Hugo Duro quiso resarcirse de alguna manera con el tanto de la honra, 5-1, para el Valencia, insuficiente para el equipo che.
