La eliminación de Francia, anfitrión del Mundial de Rugby 2023, dejó mucha tela para cortar. Una heroica corrida de Cheslin Kolbe que tapó el lanzamiento entre los palos del local Thomas Ramos dejó el partido 12-12 que terminó siendo trascendental en el desenlace que culminó con victoria para los Springbocks por 29-28 en Saint-Denis. En suelo galo, todavía continúa el debate por la maniobra que muchos consideran como ilícita. Un ex compañero del wing sudafricano echó leña al fuego.
“Jugué seis años con él, subimos un total de 200 veces juntos y te puedo decir que estábamos lejos de la pelota, incluso al lanzarnos. Hubo momentos en los que intentamos evitar la conversión ascendiendo lo más rápido posible y no funcionó. Es imposible para él contrarrestar el balón”, fue la sentencia de Yoann Huget, ex internacional francés que compartió plantilla en el Stade Toulousain con el sudafricano entre 2017 y 2021, en el programa Sud Radio Rugby.
El reglamento del World Rugby indica que el pateador tiene 90 segundos para ejecutar la conversión desde el momento que se otorgó el try. Los contrincantes deben pararse detrás de la línea de goal y “no deben sobrepasar esa línea hasta que el pateador se mueva en cualquier dirección para empezar su carrera”. Ese apartado 8.14 del reglamento aclara: “Cuando el pateador haga esto podrán cargar o saltar para impedir el goal pero en estas acciones no deberán ser sostenidos físicamente por otros jugadores”.

Detrás de todo el debate está la impresionante capacidad atlética de Kolbe, quien según el diario Marca tiene un registro de 10.70 segundos en los 100 metros llanos. Es pariente de un campeón olímpico (Wayde Van Niekerk) y entrenó con él antes de dedicarse al rugby. Esa cobertura la logró a pesar de ser el jugador más bajo de los Springboks con su 1.70m. El periódico español advierte que recorrió 20 metros en 3.05 segundos.
El ex árbitro del Top 14, Maxime Chalon, aportó su veredicto en RMC Sport: “El jugador debe empezar detrás de su línea de gol y sale con el pie en la línea, por lo que su posición de salida es ilegal. Luego vemos claramente con otra cámara lenta que sube antes de que el francés inicie su carrera. Mover la parte superior del cuerpo (Ramos realiza un pequeño balanceo del torso) no es suficiente para tomar la salida, debe iniciar su carrera hacia atrás o hacia adelante y este no es el caso”.
Lo concreto es que el mismísimo árbitro del encuentro, el neozelandés Ben O’Keeffe, quien convalidó el bloqueo del sudafricano frente al francés, rompió el silencio luego de su decisión y descartó de plano aspirar a arbitrar la final del certamen. “Los entrenadores dirán cosas, ganen o pierdan. Sé que nosotros, los árbitros, no somos perfectos, por supuesto que cometemos errores en un partido. Y los jugadores tienen derecho a hacer comentarios después del partido. En el fragor de la batalla se dicen las cosas, pero estoy seguro de que todo irá bien. Hicimos el informe con mis asistentes y encarrilaremos las cosas. Puedo entender los sentimientos”, declaró al medio neozelandés Newshub, sentado en un café parisino.

Los All Blacks jugarán las semifinales contra Los Pumas el próximo viernes (desde las 16 hora argentina) y O’Keeffe hace fuerza por sus compatriotas para no tener que dirigir la final: “Por supuesto que no quiero dirigirla, obviamente tengo la camiseta para apoyarlos. Espero que Nueva Zelanda haga un buen trabajo. Si son lo suficientemente buenos como para vencer a Argentina, estaré en las gradas como aficionado para apoyarlos en la final”.
El referí de 34 años que dirigirá la semifinal entre Inglaterra y Sudáfrica este sábado, le respondió al capitán francés Antoine Dupong, que le había apuntado a su labor en el Stade de France: “No quiero ser un mal perdedor y quejarme del arbitraje, pero no estoy seguro de que esta noche haya estado a la altura”.
O’Keeffe expresó: “Para mí, estos son los partidos más importantes. Estar en una Copa del Mundo es el torneo más importante en el que he estado. Estar aquí es suficiente para mí. Poder llegar a cuartos de final la semana pasada y a semifinales esta semana es fantástico. Eso es todo lo que realmente necesito hacer, es un desafío que me encanta y va a ser el mismo desafío que una final”. El juez recordó que había hecho un intercambio en Francia cuando tenía 16 años y que por eso sabe hablar la lengua local: “No hablo afrikáans ni ningún otro idioma en Sudáfrica, así que decidí usar un inglés con acento kiwi, solo para ser justo en ese juego. Hablé un poco de francés al final mientras intentaba controlar uno de los scrums”.