
A más de dos semanas desde que la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales decretó una huelga, la negociación sigue estancada y no avanza. Un nuevo capítulo de la tratativa ha provocado un alejamiento de las partes. Mientras todos los planteles de la Primera y Segunda división llevan tres fechas sin actividad, los clubes no pueden llegar a un acuerdo con el gremio y la vuelta del campeonato está en riesgo.
Este lunes, tal como solicitó la Mutual presidida por el ex futbolista Diego Scotti, recibieron un documento de manos de Javier Alberro, presidente del Club Atlético Progreso e integrante de la Unión de Clubes, con 12 puntos para la reforma del Estatuto del Jugador.
No hubo reunión, solamente se entregó de la carpeta para que fuera analizada por el gremio, que decretó un paro de actividades el pasado 7 de septiembre después de 22 meses de negociaciones sin llegar a un acuerdo para que el salario mínimo en la Segunda división sea el 62,5% de un sueldo de Primera, entre otras mejoras.
Y, tal como informó Ovación, la reacción gremial fue muy rápida y negativa. “Estamos más alejados. Uno siempre es optimista, pero no esperábamos algo favorable, y estoy sorprendido con la propuesta que recibimos, que obviamente para nada la compartimos. No hay coherencia con lo que se plantea, estábamos con matices en cuatro puntos, pero ahora son más las que se presentan como modificaciones: hay pérdida de derechos que apuntan a lo económico para los futbolistas”, comentó Scotti desde la propia sede de la Mutual.

“No hay coherencia. Se pierden derechos ganados y hay deslealtad de algunos integrantes a la hora de negociar. Estamos dolidos por la forma desleal y falta de ética de ciertos integrantes. La propuesta es una vergüenza y vamos a pedir una reunión urgente con Ejecutivo de AUF”, agregó el ex jugador de 46 años.
La prensa local apuntó que en el documento presentado por Javier Alberro en nombre de los clubes se aceptó el aumento del salario mínimo de los jugadores de Segunda, motivo que originó el conflicto, pero hay puntos que mantiene lejos a ambas partes, como la pretensión de que el estatuto rija exclusivamente a nivel masculino o la reducción del porcentaje que los jugadores perciben en las transferencias internacionales (actualmente es el 20% pero propusieron que sea 10%).
En tanto, los clubes también pretenden que las indemnizaciones por lesión tengan determinadas franjas, que haya más extranjeros y agregar una “cláusula de paz” que establezca ciertos pasos previos antes de decretar un nuevo paro, para que no se detenga el fútbol de la noche a la mañana, con la intención de poner en marcha el nuevo Estatuto a partir del 1 de enero de 2024. Uno de los apartados que más polémica generaba en las negociaciones era la conformación de una Liga Profesional, aunque finalmente no fue incluida.
Ante los dichos de Diego Scotti sobre el presunto “caos” que considera que es generado por los clubes, Javier Alberro respondió de forma contundente: “Había un presidente que decía que son tormenta con matracas, algo hay que salir a decir, ¿viste? Yo lo que hubiera esperado no eran esas declaraciones, sino que me llamaran a mí o a un compañero y nos dijeran: ‘Mirá, el punto tal me parece un disparate; el resto te lo llevamos, vamo’ arriba. Vamos a sentarnos a conversar los otros’. Me parece que lo que dijo no ayuda a lo que buscábamos con el documento: presentarnos como todos los clubes en conjunto”.
“Para mí no es un retroceso, sí hubiera sido que nos quedáramos sentados esperando que el otro haga algo o de un movimiento, que lo hicimos nosotros. ¿Qué hubiera pasado si no lo hacíamos? Seguíamos esperando. Por lo menos con diferencias empezamos a tratar de conversar”, valoró el presidente de Progreso.
No obstante, el máximo directivo de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales no fue muy optimista a futuro y puso en duda la reanudación de los torneos en el corto plazo. “A medida que pasa el tiempo se va volviendo más complejo para todas las partes, pero vuelvo a lo mismo: si hay voluntad esto se soluciona y aún no la hay”, cerró Diego Scotti.